El mundo de las multas y sanciones gubernamentales siempre ha estado rodeado de mitos, en su mayoría, erróneos. Uno de los más repetidos es que, si no abonas una multa, no pasa nada. Pero nada más lejos de la realidad, no pagar estas sanciones tiene graves consecuencias que hoy vamos a contarte.
Si necesitas más información después de leer este post, recuerda que tenemos otro en el que explicamos cuándo prescribe una multa administrativa.
¿Qué vamos a ver?
Definición de multa gubernativa
Se trata de la sanción pecuniaria que, en uso de sus atribuciones gubernativas o disciplinarias, imponen los superiores a sus subordinados o administrados. En definitiva, es un castigo que una autoridad dirige a quienes infringen alguna norma.
Pecuniaria quiere decir que ha de pagarse en dinero. Normalmente, es coercitiva. Pues, en caso de incumplimiento del pago, se aplican multas sucesivas y acumulativas. Así que eso de que no pasa nada si no las abonas es mentira.
¿Qué pasa con las multas que no se pagan?
Como adelantábamos, no pagar sanciones gubernamentales implica consecuencias muy poco deseables, las cuales se irán agravando si tardas mucho en actuar:
La vía ejecutiva
Todas las multas cuentan con un plazo para presentar recurso, así como un plazo para reducir su importe al 50% si el sancionado desiste de hacerlo. No obstante, hay multas para las que no existe tal bonificación (por ejemplo, las sanciones por no haber identificado al conductor).
Si el interesado no recurre ni tampoco abona la multa, la sanción se vuelve firme. Esto quiere decir que ya no se aceptan recursos frente a ella y que se debe pagar en el plazo que establezca la administración. Si no se abona a tiempo, a la multa se le aplicará un recargo del 5%.
Intervención de la Agencia Tributaria
Si no pagas dentro del plazo de la vía ejecutiva, Hacienda pasará a ocuparse del asunto. Se emite la notificación de la providencia de apremio y comienza nuevo plazo para el pago, esta vez, con un recargo del 10%. Cuando este periodo se agote, se experimentará un recargo del 20%. Si, tras esto, el nuevo plazo también finaliza sin haber abonado la multa, se dictará providencia de embargo.
Procedimiento de embargo
Por lo tanto, el último recurso cuando no pagas multas y sanciones gubernamentales es embargar tus bienes. Para ello, las administraciones públicas ni siquiera tienen que recurrir a los tribunales. Esto se traduce en que el embargo se efectúa de manera inmediata.
Los bienes que se embargan son aquellos cuya liquidación es más fácil. Lo habitual es que se embargue:
- Dinero que el sancionado tenga en sus cuentas corrientes.
- Derechos y valores realizables a corto plazo.
- Bienes inmuebles.
- Sueldos.
- Pensiones.
- Rentas.
- Intereses frutos.
Tener multas pendientes puede imposibilitar el acceso a subvenciones públicas y becas.
¿Cuánto tiempo tarda en llegar una multa?
Depende del caso. Aunque, de manera general, la notificación de las multas y sanciones gubernamentales suele tardar entre 1 y 3 semanas en llegar al domicilio del infractor.
Conclusión: ¿Qué hacer ante multas y sanciones gubernamentales?
En resumen, no abonar la sanción y dejar que transcurra el tiempo no se trata de la mejor idea. Y es que, en unos meses, una multa de 50 euros puede convertirse en una penalización de 200 por los recargos e intereses de demora. Lo más inteligente es contactar con un experto en Derecho Administrativo en cuanto tengas conocimiento de la multa. Él te dirá si te conviene o no recurrirla tras analizar tu situación.
Ahora ya sabes cómo proceder cuando te lleguen multas y sanciones gubernamentales. Si este texto te ha resultado útil, no olvides que hemos escrito otros artículos similares. Por ejemplo, te contamos la diferencia entre infracción y sanción.